Bodegas de la DO Empordà pagarán sus vinos con tapones de corcho de sus fincas.

'Tapones de finca'. Este es el nombre de la ambiciosa iniciativa que acaban de poner en marcha el Instituto Catalán del Corcho y el Consejo Regulador de la DO Empordà. Una acción conjunta que pretende poner en valor la confluencia singular del corcho y de la vid en un mismo territorio: el Empordà. Las dos instituciones acaban de crear la marca 'Tapones de finca', que identificará los tapones de proximidad elaborados con corcho extraído de alcornoques ubicados en las mismas bodegas ampurdaneses o en explotaciones cercanas.

Garantizar la trazabilidad
El corcho extraído se deberá elegir y preparar antes de transformarlo en tapones de corcho. Estos tapones serán elaborados por empresas de la Asociación de Empresarios Corcheros de Cataluña (AECORK), siguiendo el mismo criterio de proximidad y garantía de calidad. El Instituto Catalán del Corcho ha diseñado un sistema de trazabilidad que garantiza que las bodegas participantes utilizarán corcho de su área de proximidad. El control del origen del producto se mantendrá durante todo el proceso, desde la extracción y la preparación, pasando por su paso por fábrica y hasta la entrega final a la bodega participante en la iniciativa.

El proyecto que quiere tener continuidad en el tiempo se irá desarrollando progresivamente. Una docena de bodegas han confirmado su participación en el programa aunque inicialmente sólo dos de estas bodegas cumplen ahora mismo con todos los requisitos necesarios para comenzar a embotellar sus vinos con los 'Tapones de finca'. En este sentido, cabe recordar que el corcho catalán necesita al menos 14 años para alcanzar el grosor necesario -unos 20 centímetros- para ser usado para elaborar tapones. A diferencia de otras zonas productoras como Extremadura, Andalucía o Portugal donde el crecimiento es más rápido -con 9 años de media es suficiente-, en Cataluña este proceso es más lento. Pero justamente esta ralentización le confiere una mayor densidad en el corcho y, en consecuencia, mejora su calidad para hacer tapones.

Precisamente, las bodegas ampurdaneses participantes usarán especialmente los 'Tapones de finca' para tapar sus mejores vinos. Una marca que les aportará un valor añadido con un significado de producto de calidad, cercano y sostenible.

La creación de la marca tiene por objetivo poner en valor el corcho aucttótono, contribuir a su recuperación y favorecer la gestión de los bosques de alcornoque del Empordà. El programa, que se hace realidad gracias al vínculo entre los sectores corchero y vitivinícola catalán, contribuirá a la conservación medioambiental y paisajística del territorio para que puedan disfrutar las generaciones presentes y futuras. El alcornoque representa cerca del 45% de la superficie arbolada en el Baix Empordà y un 25% en el Alt Empordà. Y las comarcas gerundenses concentran el 80% de las hectáreas de alcornocal de Cataluña y el mayor número de árboles de alcornoque de toda España.