La DO Empordà vuelve a prever una vendimia con menos producción pero con una uva de calidad

21/08/2024

Las bodegas ampurdanesas han comenzado en los últimos días la campaña de este año cosechando las variedades tempranas, como el moscatel de grano pequeño.

Los efectos de la sequía, la afectación del mildiu especialmente en los viñedos ecológicos y la acción de jabalíes y corzos provocan la disminución de la cosecha respecto a la media habitual.


El Consejo Regulador inicia una prueba piloto para crear el Observatorio de Maduración, una nueva herramienta para ayudar a los viticultores a elegir el momento idóneo para cosechar las uvas.

Las bodegas de la DO Empordà han iniciado en los últimos días la vendimia 2024, empezando a cosechar las variedades tempranas, como el moscatel de grano pequeño y alguna variedad blanca y tinta. La campaña se ha iniciado en las fechas tradicionales, en torno a mediados del mes de agosto. El grueso de la producción -garnachas y cariñenas- se vendimiará durante septiembre, y se prevé que la campaña finalice en octubre.

Ahora mismo es difícil calcular cuál será la cosecha final de esta campaña, ya que dependerá de las condiciones meteorológicas de las próximas semanas que marcarán la evolución de la maduración de la uva y determinarán el volumen final de la vendimia 2024 en el Empordà. Las previsiones iniciales del Consejo Regulador de la DO Empordà apuntan a que la producción podría ser de entre un 15% y un 20% inferior a la media de la denominación, que es de unos 60.000 hectolitros. Esta disminución es muy heterogénea con fincas que producirán alrededor de la media y otras muy por debajo de su producción habitual.

Este descenso se debe a múltiples factores. Uno de los principales es la sequía de las últimas campañas que ha mermado la producción de este año, ya que las cepas vienen menos cargadas de uvas debido al estrés hídrico que han sufrido en los últimos años, especialmente el año pasado. Otro de los factores que disminuirán los kilos cosechados es la incidencia del mildiu, un hongo que prolifera en condiciones de mucha humedad y merma la capacidad productiva de la planta al dañar las hojas y los frutos. Las abundantes lluvias de mayo y junio crearon el escenario idóneo para su proliferación especialmente entre los viñedos ecológicos en los que no se aplican productos químicos para evitar su expansión. El buen manejo de los viticultores ampurdaneses ha evitado un mayor efecto.

Un año más, otro de los motivos que mermarán la cosecha de este año es la preocupante acción de jabalíes y corzos que se están convirtiendo en una plaga para el viñedo ampurdanés. Una problemática que en los últimos años se ha visto agravada justamente por la sequía que ha provocado que estos animales busquen en los viñedos y otros cultivos el agua y la comida que no encuentran en las montañas. El Consejo Regulador de la DO Empordà confía en seguir trabajando con la Administración para implementar medidas que minimicen esta situación.


A pesar del descenso de producción, la maduración de los racimos es más lenta que el año pasado, siguiendo un ciclo más óptimo que debe permitir cosechar una uva de buena calidad.


Observatorio de la Maduración
Justamente, el Consejo Regulador de la DO Empordà ha iniciado este año una prueba piloto para la creación del Observatorio de la Maduración. Técnicos del consejo regulador realizarán análisis semanales en diversas fincas representativas de la denominación y elaborarán un informe que compartirán con los viticultores ampurdaneses. Estos datos generales y la información propia de cada bodega deben ayudar a los viticultores a elegir el momento más óptimo para cosechar el fruto.

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