Este camino constituye el primer eje vinícola del Empordà.
Se trata de una ruta de referencia imprescindible para descubrir y conocer bodegas, paisajes y vinos de la DO Empordà. Discurre a lo largo de la zona con mayor densidad de viñas y de bodegas elaboradoras que se pueden visitar y que ofrecen actividades de cata y degustación de vinos.
El
Camino del Vino del Empordà dibuja un trazo transversal del mar hacia la montaña y nos ofrece de forma diáfana el poder de la viña como paisaje dentro del paisaje, con vistas caprichosamente bañadas de sol y tramontana.
Testimonio de excepción del importantísimo papel que las comunidades monásticas medievales desempeñaron en la preservación y la evolución del vino ampurdanés, tanto desde el punto de vista técnico como cultural, esta ruta une los tres principales monasterios románicos que en siglos pasados se dedicaban a esta actividad. De camino a estos puntos de interés se accede al
Parque Natural del Cap de Creus y el Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera.
La ruta también propone visitar la ciudad de
Figueres, centro capital del Empordà vitivinícola actual y sede del fantástico
Teatro-Museo Dalí.
No muy lejos se encuentra el majestuoso
castillo de Peralada que acoge el
Museo del Vino, una exposición vitivinícola única con un peso generacional e histórico indudable. Junto a la localidad de Roses, el
Centro Enológico Coll de Roses ofrece un pequeño viaje interactivo por el mundo del vino. Y para disfrutar de la belleza inigualable de las viñas junto al mar, es posible visitar Mas Marès, en Roses, y la Finca Garbet, en Colera.
Por último, en los alrededores de Cantallops, en la zona de montaña, se pueden observar desde las viñas las diversas especies vegetales que crecen junto a las vides y que participan en la configuración aromática de los vinos elaborados con sus uvas.